cyberconde
Monday, April 05, 2004
Una noche de marzo cuando la NASA anuncia el descubrimiento de un nuevo planeta del sistema solar. Corre el año 2004 de esta era.
Msm. Martín Corona
Presente
Estimado cibereditor con apellido de afamada cerveza:
La cascarita futbolera había acabado ya horas antes. La noche seguía fría por la lluvia y nuestro equipo, Los raudos de Otilia, se reponía de la batalla en la cancha acompañado de tres cartones de chelas y unas botanas con quesito asado, “pico-de-gallo”, chicharrones y tortillas.
- ¿Qué dirán ahora los astrólogos con el planeta Sedna?- preguntó como siempre “El Sustos” García, quien se espanta por cualquier cosa.
- Nada, ya inventarán nuevas influencias planetarias sobre la humanidad y habrá quien las crea – le respondí.
De nueva cuenta todos brindamos por el empate que habíamos obtenido en la tarde y es que, para las condiciones de Los raudos..., el resultado supo a triunfo.
El “Sustos” García había adquirido ese apodo porque de todo se apanicaba. Le entraba con terror al balón, no iba a tal lugar por temor, no comía ciertos alimentos para no enfermarse, casi no tenía amigos o novias para evitar cualquier contagio. Un auténtico manojo de miedos.
El cuadro patológico del “Sustos” era buen motivo para que siempre nos burláramos del acomplejado compañero del fútbol, sin embargo, su estilo bonachón lo unía al grupo.
Ya que estábamos en el tema llegamos a la conclusión que el espantado amigo, por cierto, el más joven del grupo, era un ejemplo vivo de algunos miembros de las generaciones actuales.
Los Mosqueteros -que siempre traen su cruz azul al pecho-, el “Trazos” Torralba, el Poeta del balón y yo, elaboramos una lista con base en los miedos que aquejan al “Sustos”. De un pergamino enrollado leímos lo siguiente:
1.-No salir a la calle porque roban o los coches lo pueden atropellar.
2.- No viajar al extranjero porque puede haber un atentado terrorista y volar en mil pedazos.
3.-No comer grasas porque aumenta el colesterol.
4.-No comer pollo para evitar la gripe aviar.
5.-No comer carne de res, no vaya a ser de vaca loca.
6.-No tomar agua de la llave porque está contaminada, ni cepillarse los dientes con ella.
7.-No ir a lugares públicos de grandes concentraciones para evitar ser contagiado por una epidemia como la neumonía.
8.-No comer tacos en la calle.
9.-No tener sexo sin condón o en caso de masturbarse, lavarse las manos para evitar un contagio sexual raro.
10.-No correr mucho porque se sube la presión.
11.-No desvelarse porque se pierden neuronas.
12.-No comer postres porque engordan.
En fin, todo un catálogo de impedimentos que castran el sentido gozoso de la vida. Sin embargo, dijo el Poeta del balón, los miedos siempre han existido a lo largo de la humanidad, el problema actual es que en su clásico papel del hombre como propio lobo del hombre, se ha empeñado en crear un terror, ahora globalizado, que nos quiere dejar en la desesperanza para que no tengamos fuerza y seamos dominados con facilidad.
-El tiempo, nuestro tiempo, no está para poesía, según podemos constatarlo, la poesía, por lo demás, no es de ningún tiempo- sentenció el Poeta.
-¡ Recuperemos el hedonismo!- alenté al equipo- ¡Salud!
- Ya es un poco tarde ¿qué les parece si pasamos a algo más fuertecito?- propuso el Poeta del balón. De su maleta sacó un tequila reposado.
- ¡Para acompañarlo, mandemos al “Sustos” por 20 órdenes de taquitos al pastor con todo!- sentenció uno de los mosqueteros.
- Y rematamos en el nuevo antro taibolero que acaban de abrir- convocó el “Trazos” Torralba
- ¡¡¡¡Siiiiii!!!!- todos al unísono chocamos nuestras botellas cerveceras mientras el “Sustos” García cerraba los ojos y le daba un trago a su agua embotellada.
La primavera está próxima, el ambiente entre cuates siempre se pone bueno y ya se comprobó que la fuerza de todos puede derribar caprichos y terquedades como en España.
La tapa del tequila cedió a la primera y pasó de mano en mano. El “Sustos” con todo y temores, se perdió entre la niebla para cumplir con las órdenes de tacos.
A todo esto ¿Quién dijo miedo?
Reciba un afectuoso saludo
Conde de Saint Germain, duque de Los Berros y archiduque de la casa del terror.